Viaje en bici a Turquía 2012 - Asia

TURQUÍA, “HOSPITALIDAD MUSULMANA”

Nos enteramos a través de la prensa que Malév, la aerolínea nacional de Hungría con la que íbamos a volar a Ammán, capital de Jordania, había cesado todas sus operaciones a penas dos meses antes de nuestro vuelo. Así pues, en un abrir y cerrar de ojos, y ante algo que no tenía solución aparente, todos los preparativos de nuestro viaje a Oriente Próximo, la zona geopolítica más “caliente” del planeta, cayeron en saco roto. 

Lo único que podíamos hacer era intentar recuperar el importe de los billetes de avión, por otra parte, algo muy próximo a lo imposible, y buscar un nuevo destino. Tanto en  foros y páginas web de cicloturismo, como en diferentes charlas sobre viajes en bicicleta a las que habíamos asistido, Turquía ocupaba un lugar muy destacado por diferentes motivos. Pero casi todas las alabanzas hacia el país otomano se centraban en la calidez y hospitalidad de sus gentes. 

Además, era una buena oportunidad para enterrar de una vez por todas los prejuicios que la sociedad occidental transmite e intenta imponer sobre el mundo islámico y la cultura musulmana. 

A lo largo de los cuarenta y un días de viaje comprobamos que todo lo que habíamos leído y oído sobre el pueblo turco no sólo era verdad, sino que lo superaba con creces.

En Yenipazar, una pareja de jóvenes profesores nos invitaron a cenar y se ofrecieron a lavarnos ropa, obsequiándonos con un juego de toallas de la famosa y próspera industria textil de Denizli. 

En Çal, una pequeña población de Anatolia occidental, a la primera persona que preguntamos por una pensión se convirtió en el mejor anfitrión que nos podíamos imaginar. Nos acogió en su casa y fuimos agasajados con una ducha de agua caliente y una suculenta cena y desayuno, además de prepararnos un hatillo con pan, queso, fruta y dulces para la jornada de bicicleta.  

Fueron incontables las veces que a lo largo del viaje nos pararon a pie de carretera para invitarnos a tomar una taza de té, ofrecernos unas piezas de fruta y conversar con nosotros. 

Esto es una pequeña muestra de cómo nos trató la población turca, tirando por tierra el concepto erróneo que tiene Occidente respecto a los países musulmanes y su población. 

Pasaporte en vigor con una validez mínima de tres meses contados a partir de la finalización del viaje. El visado se obtiene en la aduana del aeropuerto de Estambul y es válido para tres meses (15€).

El mayor peligro que entraña un viaje en bicicleta por Turquía es el tráfico; hay que prestar especial atención en los núcleos urbanos. Extremar la precaución en la carretera D695, entre Yalvaç y Sarkikaraagac. 

En cuestión de vacunas lo más recomendable es visitar la página web del Ministerio Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

La moneda oficial de Turquía es la Lira Turca (TL). La mejor opción para cambiar euros es hacerlo en las casas de cambio. Tienen un cambio algo peor que los bancos pero no cobran comisión. 

En el siguiente enlace del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación se puede encontrar información actualizada diariamente sobre recomendaciones de viaje a todos los países de mundo.